Una parte del independentismo aboga por que las próximas elecciones catalanas vuelvan a ser plebiscitarias… y el hámster sigue haciendo girar la rueda.
Es conocido que el nacionalismo separatista se moviliza cuando sus líderes fijan desafíos en horizontes temporales, aunque no sepan exactamente para qué, creo que sí, que estas elecciones van a ser plebiscitarias, pero no para el conjunto de los catalanes, ellos jamás han pensado en la sociedad catalana, sino que sólo piensan en ellos.
Según su parcial visión de Cataluña, en el plebiscito de estas elecciones se dirimirá cual de los partidos independentistas gana a los otros, ésta es la lucha que, desde el primer día del desafío separatista están dirimiendo día a día, incluso cuando se reparten el Gobierno, declaraciones y acuerdos trufados de trampas para sus propios adversarios, y mostrarlos menos puros ante sus acólitos. No se esconden, buscan la hegemonía de sus respectivas formaciones políticas en el espectro nacionalista, lo que les lleva a competir entre ellos a costa del conjunto de la sociedad catalana.
Los que creemos que el debate económico y social es más relevante para el bienestar, la convivencia y la concordia entre catalanes, haríamos mal en caer en el debate que pretenden los nacionalistas, y si hemos de hablar de plebiscito, hagámoslo entre división y convivencia, entre romper y construir, entre retroceder o progresar, entre confrontación y concordia. Este debe ser el auténtico plebiscito: confrontación o concordia.
No son vanas las palabras de quienes incitan a “buscar grietas para debilitar el Estado” como si los catalanes no independentistas no formáramos parte del Estado. Es un error aceptar que el problema lo es entre Catalunya y España, ignorando que el problema es fundamentalmente entre catalanes.
El plebiscito entre independentistas no nos compete a la mayoría de catalanes, a no ser que fruto de la “no ley” electoral catalana, estos vuelvan ganar más escaños que los que les corresponden por votos y sigan poniendo en riesgo el progreso de nuestra sociedad y deteriorando la convivencia entre catalanes.
El plebiscito que nos afecta es entre confrontación y concordia, y aquí, el Partido Popular, apostamos por la concordia como la mejor solución para avanzar y progresar como sociedad.