De campaña

Artículo publicado en ABC.

En Cataluña, los eufemismos invaden el discurso político, y así nos encontramos inmersos en una nueva campaña gubernamental por un referéndum de autodeterminación que no se celebrará por ilegal.

Lo importante no es el referéndum, sino la campaña, que es lo que permite a los partidos independentistas mantener alimentados y movilizados a sus adeptos, y por tanto también a su electorado, y mantener viva la creencia de que la independencia es cuestión de horas. De hecho llevan más de cuatro años haciendo creer que es cuestión de horas.

El secesionismo utiliza las palabras hasta desprestigiarlas, manosean la democracia, para amparar actuaciones, como la reforma del Reglamento del Parlament para eludir la democracia; hablan de referéndum acordado, sin dar ni un solo paso para acordar nada. Si de verdad quisieran un referéndum acordado, más que recoger firmas, lo que deberían hacer es plantearlo ante las Cortes Generales, pero no lo hacen porque, democráticamente se les negaría como ya ocurrió en 2014 y quedarían, una vez más, en evidencia.

El reciente viaje de Puigdemont a Atlanta, se enmarca también en esa suerte de actos que, más allá de la ausencia de reales y efectivos resultados, sirven únicamente para que los adeptos a la independencia se sientan orgullosos de lo importante que es su hazaña secesionista en el mundo.

En realidad los secesionistas no quieren ningún referéndum pactado, de hecho no quieren ni referéndum, ellos ya han decidido el resultado, y solo pretenden provocar reacciones por parte del Estado de derecho que les permita mantener alimentado el victimismo. Mientras tanto, están de campaña, eso sí, de campaña permanente, porque las legislaturas en Catalunya son más bien cortas, y la épica les llevará a una nueva convocatoria electoral, de elecciones autonómicas claro, pero que plantearan como “la madre” de todas las elecciones.

Pues ahí vamos, el Partido Popular de Catalunya entramos en campaña, no en la de su imaginario referéndum, pero si a explicar a los catalanes, que es lo que debería estar haciendo el Govern de la Generalitat por mejorar el bienestar y la calidad de vida de los catalanes, y que es lo que no han hecho mientras tienen la responsabilidad de gobernar.

Listas de espera interminables en la sanidad, barracones como escuelas, los impuestos más elevados de toda España, no son fruto de ninguna opresión de España a Cataluña, sino que lo son de decisiones del propio Govern de la Generalitat. El Partido Popular queremos acabar con este debate que divide la sociedad, y lo vamos a hacer en las urnas, pero en las de verdad, no en las de cartón.

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