Artículo publicado por ABC.
Probablemente a Pedro Sanchez le interese más bien poco lo que pase en Catalunya, su ámbito territorial de interés durante los últimos meses, no debe alcanzar mucho más allá de Moncloa y la Carrera de San Jerónimo, puntualmente para intentar garantizarse la investidura, pero mientras en Catalunya siguen sucediendo cosas que, aunque no merezcan la atención del Presidente español ni de su Gobierno, aunque esté en funciones, son extremadamente graves.
En primer lugar, los independentistas están en plena ofensiva, una más, contra el Estado, ahora se trata de responsabilizar al Gobierno de España de los terribles atentados de Barcelona y Cambrils de 2017, imponiendo un relato fake siguiendo el dictado de un medio propiedad de un simpatizante de la causa, crecido a la vera de la televisión pública catalana, y bajo la dirección coreográfica de la misma televisión pública catalana y alimentado incesantemente, al más puro estilo Goebbeliano por los medios subvencionados. La novedad hoy, está en la desinhibición de los independentistas en abonar esta teoría que ya se insinuaba con algún pudor, desde los primeros días del cruel atentado.
Por otro lado, se impone con la más sorprendente de las normalidades que en los patios de las escuelas se vigile qué lengua hablan los escolares, y lo hagan desde una entidad privada evidentemente subvencionada con recursos públicos y cuyas aportaciones privadas desgravan en la cuota autonómica del IRPF.
También parece formar parte de la más inquietante de las normalidades que jueces y magistrados que trabajan en Catalunya reciban notificaciones en sus equipos informáticos para autorizar sí o sí, el acceso telemático a su información, para vaya usted a saber qué.
Mientras crecen las listas de espera en la sanidad pública; mientras más de 20.000 escolares acuden a clases en más de 1.000 barracones; mientras en Barcelona y otros muchos municipios de Catalunya se vive una crisis de seguridad ciudadana sin precedentes; mientras los universitarios catalanes son los que pagan más tasas de toda España, y las universidades públicas se ahogan sin la financiación adecuada; mientras…
El Partido Popular no nos resignamos a esta falsa normalidad y a que un día el Govern de la Generalitat, pero también el Gobierno de España, se ocupen del auténtico problema de todos los catalanes, que son los gobernantes independentistas.