Quizás una de las expresiones más repetidas la noche electoral del 26J, fue que la repetición de las elecciones no han servido para nada, y todo sigue igual. Evidentemente que la repetición de las elecciones se hubiera podido evitar, pero lo que es seguro es que no todo sigue igual: el Partido Popular ha ganado apoyos, y todos los otros partidos los han perdido.
No nos llevemos a engaños: un pacto del PP con Podemos ni es posible, ni el Partido Popular lo deseamos; y un pacto con Ciudadanos es aritméticamente inútil, como lo fue el de Ciudadanos con el PSOE. Así las cosas, el PSOE se hallaba y sigue hallándose en la tesitura de elegir entre Partido Popular o Podemos.
En esta situación el problema que se evidenció en diciembre y durante todos estos meses, persiste, y no es otro que la crisis de liderazgo del PSOE, y es que Pedro Sanchez obtuvo en diciembre, y también ahora, un muy mal resultado y su liderazgo es criticado, como mínimo, por una parte importante de sus barones. Como ejemplo, sirva el Comité federal del pasado mes de enero que le imponía a Pedro Sanchez las líneas rojas de la negociación: no al Partido Popular y no a Podemos. Así las cosas, la repetición de las elecciones estaban servidas, pero si Pedro Sanchez quería ser el candidato debía intentar la investidura, y Pablo Iglesias, voluntariamente o no, se lo facilitó al transmitirle al Rey un hipotético y esperpéntico reparto de carteras con el PSOE.
Y ahora las cosas no siguen igual porque el PSOE de Pedro Sanchez ha perdido votos y cinco diputados, lo que sería un buen argumento para sustituirle, pero el hecho de que no se hay producido el llamado “sorpasso”, y que, a diferencia de diciembre, el PSOE haya perdido también en Extremadura y Andalucía, puede alargar la agonía de Pedro Sanchez, y por extensión, alargar la formación de un nuevo gobierno en España.
Pues claro que no todo está igual que en diciembre: el Partido Popular y Mariano Rajoy han salido reforzados de estas elecciones: más apoyos, más escaños y mayor diferencia con la segunda fuerza política. En estas circunstancias, menos que en diciembre se entendería que alguien intentará un pacto entre los perdedores.
Y en estas circunstancias, ¿habrá unas terceras elecciones? La respuesta es sencilla, la tiene el PSOE.